Atractivos

Atractivos Turísticos del Amazonas

Parque Natural Nacional Amacayacú Si lees esto, eres ornitólogo, botánico, zoólogo o entomólogo… ¡empaca las maletas! Si no tienes titulación acreditada en ninguna de estas áreas, como si eres un aventurero de manual o alguien que ha decidido de una vez y por todas escaparse de la jungla de asfalto y llegar a la verdadera y única jungla (la Jungla con mayúscula)… ¡Empaca las maletas!

El Pulmón del Mundo no tose con tisis industrial, respira hondamente como gigantesco animal benévolo y manso regalando esas bocanadas de madreselva a todas las criaturas vivientes. El PNN Amacayacu no es la excepción: una vez llegues a él extiende los brazos y respira profundamente en el «Río de las Hamacas», el armonioso significado que traduce su nombre en quechua.

El departamento del Amazonas (Colombia) posee tres importantes parques naturales, y un increíble número de reservas naturales, pero el Amacayacú es el parque más cercano a Leticia y al río Amazonas. Ubicado en el trapecio amazónico, la porción más austral del territorio colombiano y que en un mapa parece la pequeña aleta caudal de un pez. Para llegar hace falta tomar una lancha rápida, desde Leticia, que te acercará a este imponente santuario de casi 300.000 hectáreas protegidas.

En menos de dos horas desembarcarás en un paraíso animado de vida salvaje por doquier: si prestas atención incluso podrás oír la carrera del jaguar entre la selva persiguiendo a los jadeantes y bien alimentados capibaras… No te pongas ansioso, es en sentido figurado, pero los que sí no deben escapar de tu lente son los manatíes, los delfines rosados, los monos voladores, los aulladores y los pequeños monos que parecen leones: monos tití leoncito, los más pequeños del mundo. Además, podrás avistar otros primates, tortugas matamata, grandes y pequeños felinos, anacondas, boas y cientos de reptiles e insectos exóticos que se camuflan en millones de plantas representadas en unas 5.000 especies: la tercera parte de la colección vegetal que se puede observar en Colombia se encuentra en el Parque Natural Nacional Amacayacú.

Creado en 1975 el Amacayacu puede ser considerado la primera área protegida del Amazonas colombiano. Básicamente se compone de dos exuberantes ecosistemas, várzea o bosque inundable y bosque de tierra firme; lo largo y ancho de su imponente territorio se encuentra bajo el protectorado de comunidades ticunas, yaguas y cocamas, por lo que, además de las actividades naturales, contarás con bastantes actividades etnoculturales que, entre otras cosas, te permitirán conocer las chagras de los nativos, aprender sobre sus vidas en la selva y descubrir los secretos naturales de muchas especies en boca de estos venerables y avezados hombres y mujeres del Amazonas.

Ahora bien, debes saber que no vas a un parque de atracciones, vas al encuentro de una enorme fuerza viviente (y muy salvaje), así que no se trata solo de comprar los boletos de entrada, debes de tener algunas cosas en cuenta para que tengas una agradable e inolvidable experiencia en el parque Natural Nacional Amacayacu:

•Lleva ropa que te cubra muy bien; botas pantaneras, impermeable, lentes de sol, gorra o sombrero, repelente para insectos y protector solar: asegúrate de que los componentes de estos dos últimos productos sean amables con la naturaleza.

•Empaca un pequeño botiquín, alimentos con alto nivel de calorías para las caminatas (los empaques se regresan contigo) y agua preferiblemente almacenada en una cantimplora.

•No comercies con las especies locales, ni flora ni fauna. Asimismo, no compres artículos constituidos por sus pieles, plumas, dientes o huesos. Si compras artesanías que sean de palo de sangre, hechas con fibras naturales o semillas. En ese sentido lleva dinero en bajas denominaciones.

• Las comunidades indígenas de San Martín y de Mocagua ofrecen servicios especializados de guía e interpretación ambiental. De igual modo, respeta sus tradiciones, ten una mente muy abierta y siempre pide permiso si vas a tomar fotografías en las comunidades.

•La autorización de entrada la consigues en la página de Parques Naturales Nacionales (http://www.parquesnacionales.gov.co), vía telefónica o e-mail, si vas con más de diez personas debes realizar una carta de solicitud de entrada con datos correctos y dos meses de anticipación, tiempo estimado para temporada alta, en temporada baja puedes hacer la solicitud con un mes de anticipación.

Reserva Natural Aguas Claras

Seguimos en la onda de desconectarnos de la civilización para respirar el aire más puro que existe y cargar el espíritu con las mejores vibras que solo da esta naturaleza. Nos acercamos entonces a una magnífica reserva natural que queda a menos de veinte kilómetros de Leticia. ¿Cómo llegar? La Reserva Natural Aguas Claras queda a por la misma vía que lleva al corregimiento de Tarapacá su señalización no admite personas extraviadas.

En la reserva hay de todo un poco para hacer: avistamiento de especies, caminatas interpretativas —incluyendo safaris nocturnos― almuerzo típico amazonense, pesca deportiva, un fresco baño en las cristalinas aguas de la quebrada que atraviesa la reserva y el descanso que solo puede ofrecer un paraíso selvático como este. Si te dan ganas de quedarte, estirar un poco los pies y dormir con las canciones de cuna de la selva, el Hostal UMARI es un eco lodge de la reserva con las comodidades justas y necesarias para no desentonar con esta maravillosa paz del Amazonas.

Otros puntos de interés

Otros lugares destacados del Amazonas pueden ser visitados rápidamente y están tan cerca el uno del otro que permiten encadenar una interesante jornada, donde podrás visitar más de uno a la vez. A continuación te dejamos una buena selección de estos otros importantes puntos de interés, que deberías de visitar para completar el cuadro de la aventura de tu vida.

Reserva Natural Victoria Regia: a un cuarto de hora en lancha desde Leticia, tendrás la magnífica oportunidad de deslizarte en las aguas de un paisaje espléndido: baste con decir que el escenario se asemeja, en mucho, a esas grandes circunferencias verdes ―sistemas de riego Pivot― que se aprecian en zonas desérticas, con la diferencia de que este cuadro natural es a escala humana y en él reina la fertilidad, el agua y las victorias regias, los lotos más grandes del planeta.

Monumento a Kapax: en las afueras del aeropuerto Alfredo Vásquez Cobo se encuentra este peculiar monumento. ¿Y quién es este personaje con estampa de Tarzán criollo? Se trata de Kapax, el hombre que a nado limpio atravesó el Amazonas y el Magdalena (en 1976); su aventura duró más de un mes y su posterior fama le alcanzó hasta para protagonizar una fotonovela al mejor estilo de Tim, el chico invisible, aunque a decir verdad parece un heroico personaje extraído de Kalimán. Una foto al lado de este embajador de la ecología no tiene lado flaco.

Catedral Nuestra Señora de la Paz: el mayor recinto cristiano en las inmediaciones de la selva colombiana es esta pequeña catedral. Ubicada justo al frente del Parque Santander hace honor a su nombre: es todo un remanso de paz. Si eres de la confesión, la duda estará entre asistir a misa de seis o asistir a la cita del parque con cientos de fervorosos loros amazónicos.

Benjamín Constant: para conocer un poco más de la historia del brasileño promedio que habita estas selvas, hace falta una visita a Benjamín Constant, un caserío sencillo, pueblo de pescadores rodeado de maravillas naturales, donde la cerveza brasileña nunca falta después de las faenas. Benjamín Constant se encuentra a escasos kilómetros de Leticia y Tabatinga no hay excusa para no echarle una mirada.

Santa Rosa de Yavarí: la partida peruana en la triple frontera es una isla fluvial; un poblado muy sencillo: casitas de madera coloridas, sobre pilotes y con hamacas a la vista; calles estrechas, pocos automotores y alegres niños jugando en la calle. La belleza y la generosidad del Amazonas es palpable en la tranquilidad del lugar, si bien es pequeño puedes encontrar algunos hospedajes sencillos, puestos de frutas y restaurantes de comida típica.

Caballococha: algunos kilómetros río arriba de Puerto Nariño está Caballococha, otra población peruana a la que bien vale la pena echarle un vistazo. Se levanta sobre la margen derecha del río Amazonas y dentro de sus sitios de interés se encuentran el lago homónimo, la plaza principal, una gran riqueza natural y étnica, y, por supuesto, la célebre gastronomía inca con fuerte acento amazónico: a estas delicias no les puedes hacer el quite.

Manaos: las lanchas parten desde Tabatinga y el viaje puede tomar entre tres días —o más— para ir a Manaos, y hablamos de lanchas muy rápidas. Con todo y ello, muchas personas que visitan Leticia no se resisten a la aventura. Y es que Manaos es una de las ciudades con mayor crecimiento en Latinoamérica incrustada en plena amazonia brasileña; es, además, alegre, colorida, moderna y goza de un progreso fuerte y decidido: hace poco fue una de las ciudades sedes del Mundial de Brasil 2014. De manera que si te atreves por esta pequeña odisea, más vale que tengas toda documentación, equipaje y presupuesto en regla. Eso sí, debemos advertir que si llegar toma tiempo, el regreso es aún más complicado: río arriba durante siete días.

Iquitos: tal como Manaos, Iquitos es la mayor ciudad amazónica del lado peruano; al igual que su par brasileño, Iquitos está a varios días de viaje por río pero ofrece cosas muy interesantes para los que tienen el tiempo y el prepuesto. De entre sus numerosos puntos de interés destacamos su gran belleza arquitectónica con cierto aire europeo, la Biblioteca Amazónica, la Casa Fitzcarraldo, la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, sin mencionar otras gemas naturales que son la fantasía de cualquier eco viajero de tiempo completo.

Puerto Alegría: no se debe confundir con el Puerto Alegría del lado amazónico colombiano, aquí hablamos de Puerto Alegría, Perú, población mucha más cercana a Leticia. Muy cerca está también la fabulosa Reserva Natural Marasha. Puerto Alegría es otra típica población del Amazonas: pacífica, encantadora y con mucha historia cultural y grandes tesoros naturales por descubrir, además, ¡descubrirás muchos animales amistosos!

Río Takana: en este afluente del Amazonas, que está muy cerca de la reserva Taninmboca, se puede desde pasear en canoa con intérprete a bordo, nadar y pescar con técnicas ancestrales, hasta practicar senderismo en sus coloridas riberas y visitar la comunidad indígena tacana. En ésta última podrás conocer las técnicas de agricultura nativas en las chagras, explorar costumbres ancestrales, conocer la magia de sus historias y pasar la noche en una maloca.

Lago Tarapoto

Lagos Yahuarcacas

Museo etnografico del hombre amazónico

Rio Amazonas

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