Amazonas
Comida
Comida Típica de Amazonas
Todo lo que puedas vivir en el Amazonas hará parte de un sumario de actividades tan inédito como irrepetible. Bien sea que apenas alistes las maletas o que ya desciendas del avión y sientas este refrescante aroma a selva, te reconocerás como un privilegiado. Y hablando de privilegios, la comida que se sirve en el Amazonas colombiano es otro de ellos. Siéntate, experimenta, come y entérate de que estás almorzando y cenando en un marco natural incomparable. ¿Alguna otra persona podrá decir lo mismo?
En esta cocina descubrirás recetas indígenas muy bien fusionadas con la modernidad, gigantescos peces de río y milenarias hierbas que reemplazan las habituales especias. El río y la espesa jungla configuran la despensa más grande del planeta; solo ingredientes salvajes para platos exóticos, imposibles de reproducir en casa, ni siquiera en los mejores restaurantes del mundo se permiten este lujo. Perderse de estos platillos no tiene presentación alguna y menos que te despaches alguna especie en vía de extinción, mucho cuidado con esto: la conservación del Amazonas y sus especies es un deber de todos, un trabajo de tiempo completo.
Piracucú: es uno de los reyes de agua dulce en el mundo, por su tamaño y sabor da de comer a todo un pelotón: un banquete para reyes. El piracucú se sirve en porciones gigantes, su excelente carne es sumamente codiciada y alcanza hasta para hacer bolitas de chicharrones ¡Vaya delicia! (Hay una veda de noviembre a marzo, decretada por las autoridades peruanas, colombianas y brasileñas, tiempo en el cual no deberías de probar este pez).
Piraña: estas feroces dientudas se comieron a algunos bañistas en célebres películas de terror de serie B, ya lejos, en los años setenta y ochenta. Por suerte, ahora lucen en un plato con buena guarnición de la selva, yuca y plátano. Pero vamos, las sirven en la gastronomía local pero no por revancha, es que simplemente son deliciosas. Se las puede degustar, asadas, fritas o en sopa… cuidado con dientes y espinas.
Patarasca: una de las cosas más típicas que encontrarás en la selva es la patarasca, un pescado condimentado, envuelto en bijao (generalmente la carne es de dorado o pintadillo aunque cualquier pez de río sirve para la ancestral preparación); se sancocha, se asa o se mete en un horno y se sirve con fariña, plátano y tucupí… ¿Tucupí? Sí, una sopa muy de la jungla.
Cachama o gamitana: y hablando de ricos pescados de río… la cachama o la gamitana, también llamada tambaquí (tiene tantos nombres como presentaciones), es uno de los más populares pescados de la carta amazónica. Se ofrece a la parrilla, en sopas, fritos y acompañadas de ensaladas, plátanos y yuca.
Arroz chaufa: de la China al Perú… y luego a los restaurantes de la triple frontera. Esta rica receta tipo fusión, tiene por ingrediente central al arroz, luego lo acompañan verduras y diversas carnes que son sofreídas (sin salsa de soya peruana y el ajinomoto, el chaufa no es chaufa). Se parece un poco al arroz chino que se consigue en los restaurantes del interior de Colombia, pero a decir verdad este arroz, por historia, ingredientes y sabor, tiene mucha más personalidad. Será más común de encontrar en los poblados del lado peruano del Amazonas. (Al igual que este tradicional platillo inca, también encontrarás ceviche peruano).
Cazabe: una de las recetas precolombinas que se ha logrado mantener a través de los siglos sin modificación alguna. Básicamente es almidón de yuca. Este versátil insumo de la selva da para hacer sopas, tortillas, arepas y hasta pizza… pregunta y encontrarás muchos más usos culinarios para el cazabe. La fariña es otra variante de la yuca brava.
Crema de copoazú: mientras atardece en Leticia y disfrutas del paisaje, no te puede faltar este rico postre, el dulce sello de la casa. Una mezcla de crema de la fruta copoazú, leche condensada, hielo, y en ocasiones canela, genera esta fría delicia de la que no te puedes perder.
Mojojoy: una de las cosas más exóticas que comerás en tu vida, sin duda alguna, es el señor mojojoy. Los nativos lo consumen sin escrúpulo alguno, a pesar de ser una larva que se “pesca” bajo tierra… nos ahorramos mayores descripciones, en cualquier caso es nutritivo, tiene cero colesterol y es buena fuente de proteína. Motivados como estamos a limpiar su terroso nombre de toda la mala impresión, debemos decir que lo rellenan de carne de res, pollo y queso. Cuando lo veas bien presentado, en pinchos, condimentado, con patacón y lechuga, se te abrirá el apetito…de no ser así, ¿por qué no intentarlo?
Purtumute: sabores fuertes, con carácter…, un regusto en el paladar que no se deja definir. Qué es o qué tiene este platillo llamado purtumute, te preguntarás. Ya podrás identificar a los fríjoles de la selva, maíz en buena ración, pero habrá que llamar al mesero o al chef para que nos dé la receta completa o el secreto de esta maravilla muy propia de la cocina peruana amazónica.
Tacacho con cecina: dos bolas de tacacho, un buen pedazo de cecina y juanes de gallina conforman uno de los aportes peruanos a la mesa de la Triple Frontera. Para comprenderlo veamos sus insumos: el tacacho es plátano maduro sofreído en bolas y con tocino; la cecina es carne deshidratada y salada que se ha dejado a la intemperie para su secamiento, en tanto a los juanes de gallina, estos son unos ancestrales envueltos de maíz en hoja de bijao con arroz, trozos de gallina o yuca, huevo cocido y buen adobo. Todo un salvaje banquete.
Feijoada brasilera: a que te suena a “frijolada”, y por ahí derecho a bandeja paisa. No estás muy lejos de atinarle porque este plato se compone básicamente de fríjoles aunque es un platillo muy carioca: los fríjoles son negros, llevan mandioca, carne de cerdo, chorizo, tocino y naranja. ¿Qué resulta de esto? Mejor si te enteras saboreando esta típica preparación de la selva brasileña.
Sancocho de gallina: y con ají Tikuna. Lo más parecido que encontrarás a un plato del interior del país. Posee pequeñas pero extraordinarias variantes (mandioca frita y ensalada con hierbas de la zona), más natural no lo podrás encontrar que el que es preparado en la comunidad indígena de San Pedro, en Leticia. Otro platillo muy parecido a éste, y con intenso sabor, nos llega del lado peruano de la frontera, el inchicapi de gallina. Otro manjar que hay que probar.
Frutas amazónicas: exóticas y amazónicas. Calificativos que no encontrarás por más que busques en la sección de frutas y verduras del supermercado de tu ciudad de origen (a no ser que seas de los alrededores de Leticia o Tabatinga). Las frutas amazónicas son sabrosas, saludables y de colores y aspectos nunca registrados por tus sentidos. Algunas de estas son: arazá, copoazú, acaí, aguaje, bananas rojas, caramuri, umarí, uva camairona, entre muchas más.